El sector de los aceites industriales está sujeto a la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), un concepto que señala a los fabricantes e importadores de aceites lubricantes como responsables de financiar la gestión de los residuos generados por sus productos a través de sistemas individuales o colectivos (SCRAP).

En Europa existen distintos modelos de RAP en el ámbito de los aceites usados, con características diversas –como las operaciones que son financiadas o el papel que juega el SCRAP en la gestión del residuo– que implican aportaciones diferentes por parte de los fabricantes y comercializadores de aceites industriales, que en todo caso están ligadas a los volúmenes puestos en el mercado.

En el caso de España, SIGAUS es quien se encarga desde hace casi 17 años de la gestión eficiente de esta responsabilidad por parte de los fabricantes. Este SCRAP siempre ha procurado mantener el equilibrio entre las contribuciones de las empresas adheridas y la financiación necesaria para garantizar la recogida gratuita y la gestión del aceite usado en todo el territorio español, independientemente del lugar de generación.

Un análisis comparativo de los diferentes sistemas de RAP de aceites usados que operan en Europa señala a SIGAUS como el sistema con la tarifa más ajustada entre los países europeos con sistemas comparables por nivel de servicio, como son Italia y Francia. Los tres sistemas garantizan la recogida gratuita para los generadores del residuo y financian los posibles déficits de la totalidad de la cadena de gestión, desde la recogida al tratamiento final, pero respetando el libre mercado entre los agentes de dicha gestión.

En otros países, como Bélgica o Grecia, las tarifas son mucho más bajas, pero sus sistemas son también muy distintos al del caso español, puesto que no garantizan la recogida gratuita ni financian las operaciones de gestión. El modelo belga está basado en financiar a los pequeños poseedores y a los gestores del residuo únicamente por el suministro de información. Y, en el caso heleno, el sistema financia únicamente a 8 centros de almacenamiento y análisis intermedio, en los que, además de verificar la calidad del residuo recogido, se aporta la información necesaria para trazar la gestión.

A pesar de contar ya con la tarifa más baja respecto a sus colegas europeos con el mismo modelo de RAP, SIGAUS ha anunciado la rebaja de la aportación de las empresas que ponen aceites lubricantes en el mercado de 60 a 50 euros por tonelada a partir del 1 de enero de 2024, lo que reforzará su compromiso con la eficiencia.

GENCI: la eficiencia a disposición de la gestión de los residuos de envases

Este mismo compromiso con la eficiencia se ha trasladado a GENCI, el SCRAP creado para la gestión de los residuos de envases comerciales e industriales, donde la RAP será obligatoria desde 2025. De hecho, el ajuste de costes en GENCI es una de sus principales ventajas competitivas, aprovechando en gran medida las sinergias existentes con SIGAUS en materia de entidad administrativa, despliegues tecnológicos o red logística, lo que permite, por ejemplo, no requerir una cuota previa de adhesión.