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Preguntas frecuentes

Si tienes alguna duda sobre cómo funciona nuestro SIG, cómo afecta la actual legislación a la gestión de los aceites industriales usados o cualquier otra duda relacionada con nuestra labor, consulta nuestras preguntas frecuentes seleccionando tu perfil (consumidor, taller, industria, fabricante o gestor). Si no encuentras la información que buscas en este apartado, estaremos encantados de atenderte en el número de teléfono 917 991 551 o de responder a tu email desde info@sigaus.es.

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Consumidor

Número de preguntas frecuentes sobre Consumidor (5)

La palabra SIGAUS corresponde a Sistema Integrado de Gestión (SIG) de Aceites Usados y como tal nos encargamos de garantizar y gestionar la recogida y correcto tratamiento del aceite industrial usado en toda España.

SIGAUS es una entidad sin ánimo de lucro, lo que quiere decir que no obtenemos ningún beneficio económico ni social de la actividad que desempeñamos, empleando el 100% de los ingresos que obtenemos de nuestras empresas adheridas en financiar la recogida y correcta gestión de los aceites industriales usados que éstas han puesto en el mercado.

Como SIG principal de los aceites usados, garantizamos que este residuo recibe un adecuado tratamiento, coordinando para ello a los diferentes actores que intervienen en el ciclo de gestión del aceite usado, desde fabricantes, consumidores, productores y gestores, bajo la supervisión de las Administraciones Públicas.

El aceite industrial usado es uno de los residuos más contaminantes que existen. De no ser gestionado correctamente, por su composición y características dañaría gravemente el medio ambiente y supondría un riesgo para la salud. El residuo resultante de la utilización de los aceites industriales puede contener compuestos tóxicos (cloro, fósforo, azufre, zinc…) y metales pesados (plomo, cadmio…), así como compuestos aromáticos, todos ellos altamente contaminantes. 

En definitiva, debido a su transformación química, a su difícil biodegradabilidad y, en caso de combustión incorrecta, a la posible emisión de gases, el aceite industrial usado constituye un residuo peligroso que requiere un adecuado tratamiento.

El aceite industrial usado se genera principalmente en talleres e industrias. De acuerdo a la ley, estos productores deben extraer, almacenar y etiquetar el residuo de forma correcta para evitar filtraciones y derrames, entregándolo después a un gestor autorizado que se encargará de transportarlo a un centro para ser analizado. Una vez allí se decidirá el tratamiento más adecuado para el residuo que puede ser:

  • Regeneración: es el tratamiento mayoritario ya que permite devolver el aceite usado al mercado convirtiéndolo en bases para producir nuevos aceites lubricantes.
  • Valorización energética: este tratamiento permite la producción de combustible a partir del aceite usado, ofreciendo un importante rendimiento energético.
  • Reciclado: de forma minoritaria los aceites usados, previamente tratados, pueden utilizarse en la fabricación de otros materiales, como betún asfáltico, pinturas, barnices, tintas, fertilizantes o arcillas expandidas.

De acuerdo a la actual normativa, los fabricantes de lubricantes son los responsables de pagar la gestión del aceite industrial que ponen en el mercado. Esta cantidad, de 0,05 € por kg de nuevo aceite lubricante vendido es abonada a SIGAUS para que financiemos las operaciones de gestión del aceite usado, pero al mismo tiempo se repercute a los consumidores a través de los talleres.

De esta manera, cuando un automovilista cambia el aceite de su coche, está colaborando de manera directa en la protección del medio ambiente, ya que está haciendo posible el inicio de la cadena de recuperación de un residuo peligroso. En el caso de un turismo, una aportación de unos 20 céntimos hace posible el reciclaje de aproximadamente 1,8 litros de aceite usado.

 

Además de evitar un elevado impacto ambiental negativo, la adecuada gestión de los aceites industriales usados permite también un importante aprovechamiento, sobre todo a través del tratamiento de regeneración con el que se consiguen 2 litros de nuevo lubricante por cada 3 litros de aceite usado, obteniendo al mismo tiempo un importante ahorro de materias primas (para producir la misma cantidad a través del primer refino del petróleo necesitaríamos cerca de 140 litros de este recurso natural no renovable). Con este proceso contribuimos también a proteger la atmósfera, ya que cada tonelada de aceite usado destinado a regeneración permite evitar la emisión a la atmósfera de 3 toneladas de CO2 (que se producirían utilizando el aceite usado, previamente tratado, como combustible).

Por otro lado, el aceite usado que no puede ser regenerado se somete a un tratamiento de valorización energética que permite producir un combustible para uso industrial, que ofrece un gran aprovechamiento energético y consecuentemente un gran ahorro de materias primas. Por ejemplo, con la valorización energética de 7,5 litros de aceite usado se puede obtener tanta energía como para abastecer la electricidad de un hogar medio durante un día completo.