Esta financiación se obtiene de un gravamen que la actual normativa aplica a cada kilo de nuevo aceite lubricante puesto en el mercado, y que actualmente está fijado en 0,05 €/kg. Este canon se repercute del fabricante al distribuidor, de éste al taller y por último al consumidor final, y puede verse desglosado en la factura que facilita el taller a los automovilistas. En el caso de un turismo medio, la aportación total en una operación de cambio de aceite sería aproximadamente de 20 céntimos de euro.

La cantidad recaudada procedente de nuestras empresas adheridas a través de este canon se emplea íntegramente en financiar las operaciones de recogida y tratamiento de los aceites industriales usados, sin que obtengamos ningún beneficio de esta cantidad (nuestras cuentas se someten a auditorías independientes y son publicadas anualmente). Precisamente, en aquellas zonas del territorio nacional más alejadas de los grandes núcleos urbanos, como zonas de montaña o desfavorecidas, es en las que las recogidas implican mayores costes logísticos y sin rentabilidad por sí mismas, suponiendo un mayor riesgo ambiental. Con nuestra financiación aseguramos que todo el aceite usado se recoja y se trate adecuadamente evitando su impacto sobre el medio ambiente.